Ensayo
The
Experiential Learning Cycle as a Method of University Work: A Theoretical Approach
to the Synergy of the Western and Andean World
Sandra
E. Ayala Trujillo
Universidad
Católica Ibarra, Ecuador;
Otto
I. Ayala Trujillo
Universidad
Técnica del Norte, Ecuador; y
María
F. Ibadango Tabango
Pontificia
Universidad Católica del Ecuador Sede Ibarra, Ecuador.
La correspondencia sobre este artículo debe ser dirigido a Sandra Ayala
Trujillo.
Email: seayala@pucesi.edu.ec
Fecha de recepción: 10 de mayo de 2019.
Fecha de aceptación: 11 de julio de 2019.
¿Cómo citar este artículo? (Normas APA): Ayala Trujillo, S.E., Ayala
Trujillo, O.I., & Ibadango Tabango,
M.F. (2019). El Ciclo Experiencial de
Aprendizaje como Método de Trabajo Universitario: una Aproximación Teórica a la
Sinergia del Mundo Occidental y Andino. Revista Científica Hallazgos21, 4 (2), 190-198.
Recuperado de http://revistas.pucese.edu.ec/hallazgos21/
Resumen
El aprendizaje es un transformador de la realidad, que busca el
bienestar de los colectivos sociales. Todo aprendizaje es imperante tanto para
los grupos focalizados en la acción social de desarrollo como para la academia.
Utilizar el conocimiento de la sabiduría andina para liderar procesos de
enseñanza aprendizaje, escudriñando la transformación positiva de una realidad
específica desde la acción investigativa cualitativa, debe ser preocupación de
una gestión eficiente de la didáctica universitaria. El Ciclo Experiencial de
Aprendizaje (CEA) es un enfoque de trabajo universitario que data de los años
setenta en universidades norteamericanas y que se evidencia además en trabajos
de otras latitudes, con poblaciones que viven con disciplina y observando
principios de epistemología del saber andino. La educación de adultos, los procesos
de andragogía, las acciones estratégicas de hodogogía
o pedagogía del acompañamiento son focus group beneficiados de este tipo de cultura experiencial,
conceptual y saberes ancestrales que buscan solucionar sus problemas para el
bienestar social. Como resultados de estos procesos vivenciales se pueden
identificar variadas hipótesis que permiten
redescubrir el conocimiento y generalizar enfoques teóricos de trabajo en materias
académicas en donde la búsqueda de soluciones se irradian desde su propia
realidad, siendo este mecanismo de abordaje del conocimiento y saberes
ancestrales propios de la filosofía andina, una labor fructífera para formar e identificar
mejores personas, mejores seres humanos.
Palabras clave:
Aprendizaje; conocimiento:, sabiduría; didáctica
universitaria; bienestar social.
Abstract
Learning is a transformer of reality, which seeks the welfare of social groups.
All learning is imperative for both the groups focused on the social action of
development and the academy. Using the knowledge of the Andean wisdom to lead
teaching-learning processes, scrutinizing the positive transformation of a
specific reality from the qualitative action research should be a concern of an
efficient management of university didactics. The Experiential Learning Cycle
(ELC) is a university work approach that dates back to
the seventies in American universities and is also evident in works from other
latitudes, with populations living with discipline and observing the principles
of epistemology of the Andean knowledge. Adult education, the processes of
andragogy, the strategic actions of hodogogy or
accompaniment pedagogy are focus group benefited from this type of experiential
culture, conceptual and ancestral knowledge that seeks to solve their problems
for social welfare. As results of these experiential processes various
hypotheses that allow rediscover knowledge and generalize theoretical
approaches to work in academic subjects can be identified, where the search for
solutions are radiated from their own reality, this mechanism being an approach
to knowledge and ancestral knowledge typical of the Andean philosophy, a
fruitful work to train and identify better people, better human beings.
Keywords:
Learning; knowledge; wisdom; university didactics; social welfare.
El Ciclo Experiencial de Aprendizaje como Método de
Trabajo Universitario: una Aproximación Teórica a la Sinergia del Mundo
Occidental y Andino
“La verdadera característica revolucionaria del
conocimiento es que también el débil y el pobre pueden adquirirlo; el
conocimiento es la más democrática fuente del poder, eso lo convierte en una
continua amenaza para los poderosos”.
Alvin Toffler
“Sabiduría indígena para un mundo
nuevo”.
Josef Estermann
El aprendizaje es
oro, metafóricamente hablando, para reconocer cómo el valor simbólico apuntala
a un pueblo hacia la gestión eficiente de desarrollo: económico, político y
social, buscando la justicia social en la corresponsabilidad de los detentores
del conocimiento y la sabiduría; de igual manera, la mejora continua cuando
perseguimos el bienestar y mejorar la calidad de vida de los pueblos. Este
factor es esencial en la ciencia y, cuando ocurre el aprendizaje, estamos en
capacidad de transformar la realidad.
La educación es
la única forma de trasmitir valores, “la educación que hoy se tiene es mejor a
no tener” (Sávater, 1997, p. 14).
La situación
económica de los países impuso su ritmo incluso valiéndose de argucias legales
para restringir el acceso a la educación, pudiendo acceder básicamente los estratos
privilegiados, lo cual se ha constituido en propósito emancipador para unos y
de control social para otros.
Ya en el
Constructivismo, Vigotsky sostiene que sin amigos no
se puede aprender con rigor académico. La metodología es fundamental para este
cometido, y el Ciclo Experiencial de Aprendizaje (CEA), constituye y garantiza
un método vivencial de enseñanza – aprendizaje; es una experiencia educativa
que potencia la realización plena de sus actores: educadores y educandos. El
uso del CEA como modelo de enseñanza universitaria (didáctica universitaria),
asegura el aprendizaje significativo, para juntos construir una sociedad más
justa e igualitaria.
El CEA, es una
metodología participativa, en la que saberes y aprendizajes son causa común de
los involucrados en un proyecto de vida. Esta metodología, graficada a modo de
<<Estrella de aprendizaje>>, debido a sus cuatro puntas, facilita
la inserción con rigor académico al conocimiento y aprendizaje, por cualquiera
de sus componentes: experiencia, reflexión, conceptualización, y aplicación.
Esta metodología
es factible de usar en cualquier población o grupo social enfocado, ya que el
diálogo o polílogo de saberes y aprenderes
no es potestativo de grupos excluyentes sino de toda la raza humana. La
estrella del aprendizaje tiene sus elementos que engranan adecuadamente en la
visión de conseguir bienestar y felicidad en los procesos de desarrollo social.
Experiencias, simulaciones y ejercicios que conecten con las prácticas
cotidianas. Reflexión crítica, análisis individual y grupal, comparación de
resultados y concreción de aprendizajes. Conceptualización abstracta,
exposición de conceptos núcleos, a partir de la vivencia y del análisis
realizado. Aplicación, experimentación activa, práctica de los conceptos y
compromisos de acción.
Esta metodología,
que data se los años setenta en la Universidad de Massachussets, con los
postulados de David Kolb, y hoy bajo los lineamientos teorizantes de la
cosmovisión andina, ha sido perfeccionada y se puede decir que se constituye en
una dinámica espiral de aprendizaje holístico. Como metodología es posible,
entonces, aplicar en la enseñanza de las ciencias económicas y administrativas
con resultados óptimos en la concreción del aprendizaje duradero, aquel que no
se olvida, aquel que llega a la huella psíquica del individuo.
La genética nos
predispone a llegar a ser humanos; pero sólo por medio de la educación y la
convivencia social conseguimos efectivamente serlo (Sávater,
1997, p. 19).
Ciclo Experiencial de Aprendizaje (CEA)
El CEA es una metodología participativa, sin lugar a
duda, que permite un nivel de concreción y de realización individuales y
colectivas más eficaz. Algunas señales positivas de esta metodología son:
- el aprendizaje de nuevos conocimientos se hace
eficiente con la utilización del CEA, porque la estructuración del currículo de
formación nace de los propios participantes, debido a que existe dentro del
grupo ciertos niveles de conceptos estructurados como requisitos previos
(Constructivismo);
- el facilitador debe iniciar con una determinación de
las experiencias en la temática nueva, con el fin de realizar un diagnóstico de
entrada y ubicar a los participantes en situación de aprendizaje;
- la reflexión superficial o profunda permitirá el
nivel de conceptualizaciones a realizarse, para lograr una aplicación y
experiencia concreta de aprendizaje;
- experiencia, simulaciones y ejercicios que conecten
con las prácticas diarias de la población enfocada;
- conceptualización abstracta, exposición de conceptos
núcleos a partir de la vivencia y del análisis realizado;
- experimentación activa, práctica de los conceptos y
compromisos de acción;
- rescata la esencia del ser humano libre, fraterno,
solidario y habitante común del planeta;
- se utiliza constantemente para que se constituya en
una espiral de aprendizaje en donde rotan, en forma dinámica y creativa, los
elementos y generan aprendizajes iconográficos, inductivos, deductivos y
representativos, tanto al facilitador como al estudiante;
- es un modelo de enseñanza – aprendizaje que va más
allá de constituirse en un ciclo o un sistema que dinamice el acto educativo; éste
rebasa las expectativas del enfoque sistémico o de la sistematización de
experiencias; es un modelo vivo en donde la experiencia del estudiante es
trasladada a conceptos que a su vez son utilizados como guía para elegir nuevas
experiencias que nos conducen a nuevos niveles con base a las experiencias
anteriores. La holística de esta espiral se hace evidente. El alumno activo
(experiencia), reflexivo (observación – reflexión), teórico (conceptualización
abstracta), pragmático (aprende haciendo) (Díaz, 2012, p. 7).
Una vez en
disposición de aprendizaje, el grupo puede dar inicio por cualquier punta de la
estrella de aprendizaje CEA. Si queremos, y la ocasión así lo requiere, podríamos
identificar en un diagnóstico la problemática y las alternativas de solución.
Resulta importante que junto con la gente involucrada lleguemos a un acuerdo
sobre el problema. “Discutir los problemas y seleccionar uno entre todos es la tarea a cumplir” (Astorga & van der
Bijl, 1994, p. 66). Se puede reflexionar sobre
experiencias vividas o de información teórica, para enseguida complementar con
la aproximación conceptual, con la abstracción y la experiencia concreta. Las
fuentes primarias son la realidad concreta y las personas que viven en ella.
También, a partir de la observación, reflexionar, orientar la construcción
teórica para la aplicación pragmática. Partir de la vivencia experiencial
(resultados de otros procesos investigativos), luego conceptualizar,
reflexionar y aplicar para conseguir ese aprendizaje significativo de doble vía:
aprende el estudiante y aprende el facilitador.
Trabajando con
proyectos productivos, como condición de superar o transformar la realidad del
territorio, el CEA, por ejemplo en comunidades
indígenas – campesinas, es una herramienta idónea para la formación o educación
de adultos en los diversos procesos de capacitación, para lo cual puede
orientarse por el cumplimiento de las fases de un proyecto social y productivo;
así:
A) Fase de inserción: la inserción del equipo es
fundamentalmente el crear un itinerario de abordaje para el aprendizaje. Se
debe tomar como punto de partida el conocimiento conceptual. En este caso el
talento humano que forma el equipo de trabajo deberá apoyarse en la experiencia
en casos similares. Se inicia con la exposición de la propuesta
(conceptualización) como antecedente para la aplicación. La propuesta puede o
no ser reformulada por la comunidad, dependiendo del nivel de identificación de
los contenidos de la propuesta inicial (currículo de entrada) con los intereses
de la comunidad (negociación de currículo). Si se reestructura la propuesta,
inicia un segundo CEA, nacido de la experiencia del grupo social meta.
b) Fase de acuerdos: tiene implícita la aceptación de
la propuesta de trabajo. Inicia con la puntualización de acuerdos entre las
partes – comunidad – equipo técnico, complementadas en base a las experiencias
de cada una de ellas. La materialización del acuerdo se interpreta como la
concreción del CEA en todas sus etapas.
c) Fase de diagnóstico: la reflexión participativa –
equipo técnico – comunidad permite un enriquecimiento cognoscitivo de doble
vía, fundamentada en la experiencia y en la diagramación de conceptos. La
aplicación se visualiza en el documento técnico del diagnóstico.
d) Fase de identificación del problema: al socializar
los resultados del diagnóstico, se puede discriminar, del árbol de problemas,
el problema central que requiere solución, lo que implica partir de las
experiencias previas, reflexionar, conceptuar y asignar, como aplicación, la
esquematización de la metodología de solución.
e) Fase de planificación: el CEA se inicia en la
conceptualización de los referentes técnicos del proyecto, se apoya en la
experiencia y en la reflexión o generación de hipótesis
sucesivas. La aplicación se concreta con el diseño final del proyecto. En esta
fase se presenta el serendipity
(descubrimiento casual), que es una característica del paradigma cualitativo,
que posibilita incorporar hallazgos que no se hubieran previsto.
f) Fase de financiamiento: supeditada casi
exclusivamente a un marco conceptual – técnico predeterminado por la entidad
financiera, por lo que resulta importante el éxito de la gestión financiera
para el cumplimiento de
las etapas subsiguientes del CEA.
g) Fase de ejecución: el documento – proyecto es un
compendio de conceptos técnicos que guían esta fase; se apoya en la acumulación
de las experiencias de todas las fases precedentes. El nivel de reflexión
permite la aplicación correcta de los componentes técnicos del proyecto. El
cumplimiento íntegro del CEA en esta fase es evidente.
h) Fase de evaluación: parte de la reflexión
instrumentada mediante procesos de autoevaluación y coevaluación permanentes y
razonados de todos los espectros que componen la dimensión del ser humano, se
apoya en la experiencia y tiene referente obligado en el marco conceptual y en
la aplicación. Consecuentemente el CEA cumple su ciclo pedagógico.
Validación Epistemológica
Las escuelas
epistemológicas que validan al CEA, son:
-
racionalista, que soporta la injerencia de los conceptos o referentes
teóricos que permiten la conceptualización de experiencias reflexionadas;
-
empirista, que se basa en la experiencia para generar conocimiento;
-
positivista, que identifica el marco teórico y confronta hipótesis en la realidad para generar reflexiones,
conceptos y aplicaciones;
-
el materialismo dialéctico, que da valor social y utilitario al conocimiento
cuando es generado dentro de un contexto social específico.
En referencia a
los paradigmas investigativos, esta experiencia de didáctica universitaria es
relevante más aún en procesos cualitativos, en la que precisamente el proceso
de aprendizaje y su abordaje parten de la identificación de experiencias
previas y conocimientos que permiten la formulación de nuevos supuestos,
estrategias de acción e hipótesis activadas. Es una
realidad territorial que se constituye en evidencias vivas de la sabiduría y
conocimientos aplicados a la solución de problemas, que permiten concreciones y
realizaciones a nivel individual y colectivo.
En los procesos
de investigación cualitativa se robustece con el apoyo de técnicas e
instrumentos de la cosmovisión andina y de las ciencias; así encontramos, como
ejemplos, mingas de planificación, registros etnográficos, comunicación no
verbal, análisis de contenido, biografía, registros diarios, memorias de
cabildos, historia, guías metodológicas, registros de visitas, relatos de vida,
informes, libros de obra, entrevistas, encuestas, observación, fotografía y video.
Con esta
metodología de didáctica universitaria, de pedagogía, de hodogogía,
andragogía, de enseñanza – aprendizaje, de construcción de la sabiduría y
conocimiento, estamos con la certeza del abordaje satisfactorio de un problema
al reconocer la solución óptima de este proceso participativo.
El CEA tiene como fundamentos los problemas, las escuelas epistemológicas, la filosofía andina, la educación de adultos, la herramienta de trabajo en investigación cualitativa, el compendio de estrategias de acción y la identificación de una metodología dinámica y polivalente, en este acto humano que es el aprendizaje. El CEA es una estrategia expedita que permite dinamizar este proceso, hacerlo eficiente y efectivo, incentiva el crecimiento personal antes que el rendimiento, y mejora la relación de la academia con el entorno comunitario.
Figura 1. Filosofía andina: Ciclo Experiencial de Aprendizaje. Fuente:
Elaboración propia de los autores, 2019. |
El CEA tiene
además su fundamento o su esencia en la filosofía andina, que podemos graficarla
como se muestra en la Figura 1.
Lo relevante de
su base en la filosofía andina, son sus principios: la lógica andina o relacionalidad del todo, que implica los nexos de la
colectividad identificada en la lógica vivencial de cada pueblo; esa relacionalidad que explicita que los entes son concretos
cuando son interrelacionados; la correspondencia lo que se evidencia en la
relación bidireccional o de doble vía entre dos campos de la realidad; la
complementariedad que establece la inclusión de los opuestos, la alteridad, el
respeto al otro, la corresponsabilidad; la reciprocidad que expresa las
interrelaciones hombre-hombre, hombre-naturaleza, hombre-divinidad. Por lo que,
si referenciamos el proceso enseñanza – aprendizaje en una comunidad bajo los
lineamientos de la cosmovisión indígena, categóricamente se puede afirmar que
la ejecución de acciones aisladas y fuera de contexto comunitario no tienen
repercusiones de índole alguna; en cambio, la realización de acciones
estratégicas pensadas y realizadas desde adentro, in situ, considerando las
expectativas de desarrollo sostenible de las comunidades y estructuradas en un
proyecto socio productivo, permite la validación del trabajo de didáctica y la participación de los propios beneficiarios
en la solución de sus problemas.
Conclusiones
EL CEA, utilizado
como referente andragógico y hodogógico (pedagogía
del acompañamiento) en las tareas de aprendizaje (solución de problemas),
permite la aprehensión de conocimientos y saberes colectivos; es decir, esta
estrategia no es discriminatoria en los contenidos de aprendizaje, porque parte
de las propias experiencias de los propios participantes.
El equipo
técnico, cada uno de sus integrantes, debe poseer un perfil básico para este
tipo de acciones: ser democrático, dominar las técnicas de trabajo con grupos,
dominio de metodologías de investigación, tener conocimiento de la cosmovisión
indígena – campesina, practicante de valores universales, estar comprometido
con el grupo social, predisposición para el trabajo con comunidades, adaptable
a situaciones cambiantes, dispuesto a romper paradigmas, eficiente en su
accionar, y dominio de una especialización profesional.
También es un
factor de importancia los niveles de compromiso por el desarrollo social del
colectivo.
La profesión de
enseñante se aprende. Ya en el trabajo universitario el nivel de experiencia
del facilitador genera la dinámica de motivación a la utilización de esta
metodología de trabajo didáctico en el aula universitaria, en donde se armoniza
el conocimiento científico y la sabiduría andina, para el bienestar de los
diversos grupos sociales en ese afán de la prosperidad y desarrollo.
Referencias
Astorga,
A., & Van der Bijl. B.
(1994). Manual de Diagnóstico
Participativo. Quito: CEDECO.
Díaz
Mosquera, E., (2012). Estilos de
Aprendizaje. EIDOS. Recuperado de https://revistas.ute.edu.ec/index.php/eidos/article/view/88
Estermann, J. (1998). Filosofía
Andina, sabiduría indígena para un mundo nuevo. Quito: ABYA YALA Editing.
Estermann, J. (2013). Ecosofía
andina: Un paradigma alternativo de convivencia cósmica y de vivir bien.
Bolivia: FAIA.
Sávater, F. (2000). El
valor de educar. Bogotá: Editorial Ariel.