Reporte de caso
Necropsia Médico Legal en un Caso de Muerte Inesperada
en una Lactante
Legal
Medical Necropsy in a Case of Unexpected Death of an Infant
Ana Reynaldo Díaz, Mariolis Hernández Osorio, Darién M. Otero González
Hospital General Docente “Dr. Ernesto
Guevara de la Serna”, Las Tunas, Cuba.
La correspondencia
sobre este artículo debe ser dirigida a Dra. Ana Reynaldo Díaz
Email: pupanita@ltu.sld.cu
Fecha de recepción: 16 de
enero de 2020.
Fecha de aceptación: 28
de febrero de 2020.
¿Cómo citar este
artículo? (Normas APA): Reynaldo Díaz, A., Hernández Osorio,
M., & Otero González, D. M. (2020). Necropsia Médico Legal en un Caso de Muerte Inesperada en una Lactante. Revista
Científica Hallazgos21, 5(1), 111-116. Recuperado
de http://revistas.pucese.edu.ec/hallazgos21/
Resumen
Se presenta el caso de una lactante fallecida de 3
meses de edad, a la que se le realizó la necropsia por el Departamento de
Medicina Legal, dado la edad de la misma
y ante la sospecha de una posible broncoaspiración por el antecedente de muerte
repentina mientras dormía, después de
haber ingerido alimentos (leche) y que al momento de ser encontrada fallecida presentaba
salida de espuma blanquecina por boca y nariz; sin embargo, se pudo corroborar que no era así: la
necropsia mostró alteraciones totalmente inespecíficas y los exámenes
complementarios resultaron negativos. Después del completo estudio postmorten no fue posible explicar el fallecimiento, por lo que una
vez excluido el origen violento de la muerte
(traumático o no) se llegó al diagnóstico, por exclusión, del síndrome de
muerte súbita del lactante (SMSL). Este artículo se debe constituir en una alerta educativa
para
padres, familiares, pediatras y médicos de la familia porque, aunque la
etiopatogenia del SMSL en la actualidad aún es desconocida, existen factores de
riesgo que pueden ser controlados o minimizados.
Palabras clave:
necropsia médico legal; síndrome
de muerte súbita del lactante; factores de riesgo.
Abstract
The
case of a 3-month-old deceased infant, who underwent an autopsy by the
Department of Legal Medicine is presented, given the age of the infant and the
suspicion of possible bronchoaspiration due to the
history of sudden death while she slept, after having eaten food (milk) and by
the fact that when she was found deceased, she had whitish foam coming out of
her mouth and nose; however, it could be corroborated that this was not the
case: the autopsy showed totally nonspecific alterations and the ancillary
examinations were negative. After the complete postmortem study, it was not
possible to explain the death, so once the violent origin of death (traumatic
or not) was ruled out, the diagnosis of sudden infant death syndrome (SIDS) was
made. This article should
become an educational alert for parents, relatives, pediatricians and family
doctors because, although the etiopathogenesis of SIDS is currently still
unknown, there are risk factors that can be controlled or minimized.
Keywords: Legal medical
necropsy; sudden infant death syndrome; risk factors.
Necropsia Médico Legal en un Caso de Muerte
Inesperada en una Lactante
Antecedentes del Caso
Según
los datos aportados por la autoridad actuante que solicita la realización de la
necropsia Médico Legal, la menor tenía antecedentes personales de salud; fue
acostada en la cuna en horas de la mañana después de ingerir alimentos (leche);
tres horas más tarde su mamá va hasta el dormitorio y se percata que tenía
salida de un líquido espumoso por la boca y nariz. Los familiares la trasladan
de inmediato a una unidad de salud cercana, donde llega fallecida según resumen
del médico de asistencia.
Necropsia Médico Legal
Se
trataba del cadáver de una lactante del sexo femenino, de 3 meses de edad,
del grupo racial europoide, cabello de color negro, corto
y lacio; ojos con iris de color pardo. En los signos tanatológicos se encontró
frialdad cadavérica generalizada, rigidez cadavérica generalizada y livideces
cadavéricas en formas de manchas, de color rojo oscuro localizadas en toda la región dorsal del tronco, que se
decoloraban a la presión digital y demoraban alrededor de dos minutos en
reaparecer, para una data de muerte entre
8 y 12 horas. No presentaba signos de violencia. En los signos patológicos no
traumáticos: aumento de volumen en la región umbilical que se correspondía con
una hernia umbilical, sin signos terapéuticos o quirúrgicos. En los orificios
naturales: salida de espuma blanquecina por la
boca y la nariz. En el
examen del interior del cadáver, cavidad craneana: se observa la duramadre lisa
y brillante, de color blanquecino normal. En la superficie de los hemisferios
cerebrales se observa congestión de los vasos meníngeos. La sustancia blanca y
la sustancia gris sin alteraciones. El cerebelo y el tronco encefálico sin
alteraciones. No se aprecian herniaciones. Vasos del círculo arterial cerebral
normal. En la superficie interna de los huesos craneales no se aprecian
alteraciones. Cuello sin alteraciones en los órganos, estructuras y partes blandas de esta región. Timo de
forma y tamaño normal a los cortes sin alteraciones. En la cavidad torácica, la
pleura se encuentra lisa y brillante, sin alteraciones. Los pulmones de forma y
tamaño normal. A la palpación la consistencia está aumentada. A los cortes se
observa congestión difusa, a la expresión salida de líquido espumo
sanguinolento. Árbol traqueobronquial sin alteraciones. A la apertura del árbol
vascular permeable, sin evidencias de alteraciones en arteria pulmonar ni en
grandes vasos emergentes. Pericardio liso y brillante, que trasluce vasos
coronarios. A su apertura se observa líquido de aspecto seroso y cantidad
característicos. Corazón de forma cónica, tamaño normal, epicardio liso y
brillante sin alteraciones. A los cortes del miocardio, de color pardo rojizo sin
alteraciones, endocardio valvular y mural, sin alteraciones macroscópicas
evidentes. Las arterias coronarias se encuentran permeables. A su apertura sin
alteraciones. La arteria aorta conserva su elasticidad; a su apertura, de
aspecto normal. El esófago con la adventicia lisa y brillante; a la apertura, luz
permeable. La mucosa no presenta alteraciones y es de color blanco grisáceo
normal. En la cavidad abdominopelviana encontramos
estómago con la mucosa de color normal; pliegues gástricos conservados. El
intestino delgado y el grueso sin alteraciones; hígado de forma y tamaño normal, color pardo
rojizo, superficie lisa y brillante, con bordes romos; a la palpación la
consistencia es normal; a los cortes parénquima hepático conservado. Vías
biliares permeables. Vesícula biliar de forma y tamaño normal; presenta la
serosa lisa y brillante; a la apertura fluye bilis de color verde oscuro, sin
evidencias de formaciones calculosas. La mucosa es de color verde oscuro, con
su aspecto afelpado normal y paredes finas. Páncreas de forma y tamaño normal;
a los cortes no se observan alteraciones macroscópicas. Bazo de forma y tamaño normal, que al paso
del cuchillete arrastra pulpa esplénica. Ganglios
linfáticos de aspecto y tamaño normal. Suprarrenales de forma y tamaño normal y
que al corte no se constatan alteraciones.
Riñones de ubicación adecuada, forma y tamaño normal, que decapsulan sin
dificultad, color pardo rojizo, con superficie lisa. A los cortes, se observa médula congestiva, pelvis
y cálices renales no presentan alteraciones. Uréteres permeables y de buen
calibre; la mucosa no presenta alteraciones. Vejiga sin alteraciones
macroscópicas. Útero de forma y tamaño normal, al corte sin alteraciones.
Ovarios de forma y tamaño normal, al corte de color blanquecino normal. Trompas
uterinas de forma y tamaño normal. Para el estudio toxicológico se tomó muestra
de vísceras y contenido estomacal comprobándose
la no presencia de drogas, tóxicos orgánicos violentos u otras sustancias de
interés. Para el estudio histológico se tomó muestra de encéfalo, timo, pulmones,
corazón, estómago, hígado, bazo, riñones, cuyo resultado fue el siguiente: encéfalo:
congestión meníngea. Timo: hiperplasia. Pulmones: Congestión aguda y edema
pulmonar moderado. Corazón: normal sin malformaciones. Estómago: sin
alteraciones. Hígado: Congestión aguda. Bazo: Congestión aguda. Riñón: Congestión aguda. Sistema glomerular
sin lesión significativa.
Discusión del caso
A través
del despacho del instructor penal se pudo conocer que la que resultó fallecida
de muerte repentina mientras dormía había previamente ingerido alimentos
(leche), siendo encontrada con salida de espuma blanquecina por boca y nariz. No se realizó
levantamiento del cadáver al no existir escenario de la muerte. La familia, en
su desesperación, la llevaron a cuerpo de guardia de una institución de salud
cercana. Sin embargo, se
analizó detalladamente el lugar y todos los
elementos disponibles. Las circunstancias del fallecimiento no aportaron
datos importantes sobre la intervención de un posible factor externo en la
causa de la muerte. Durante
la necropsia se realizó un minucioso examen del exterior e interior del
cadáver, complementando con estudios toxicológicos y anatomopatológicos, no
encontrándose malformaciones ni signos
específicos que pudieran demostrar las causas de la muerte, por lo que
una vez descartada la muerte violenta (traumática o no),
y por exclusión, se concluyó que se trataba del síndrome de muerte
súbita del lactante.
Con el
estudio realizado quedó descartada la broncoaspiración que inicialmente hizo
sospechar la posibilidad de una muerte violenta y que fue el motivo de la
solicitud de la necropsia Médico Legal. También se excluye la muerte con
implicación judicial por responsabilidad penal de una segunda persona, lo que
demuestra la importancia de la realización de la necropsia completa,
sistemática, respaldada por estudios complementarios y cumpliendo las normas
establecidas.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP,
2014), el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), llamado también muerte
de cuna, se define como la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un
año de edad y sano en apariencia, que ocurre de manera
general durante el sueño y que es inexplicable, aún después de evaluar la
historia clínica, realizar una exhaustiva investigación de la escena de muerte
y la autopsia completa. Es, por lo tanto, un diagnóstico de exclusión, pues no
es posible encontrar una causa conocida de muerte.
Aunque las muertes súbitas e inesperadas
siempre han existido, las que se presentan en el lactante son, de manera
particular, impresionantes y dolorosas, pues ocurre en los primeros meses de la
vida del niño, altera el orden natural, trunca la proyección que sobre él
tenían sus familiares, produce un gran vacío; y se añaden sentimientos de culpa
y desvalorización que muchas veces no tienen reparación.
“El SMSL representa un importante problema
de salud no sólo por constituir la primera causa de muerte inesperada en el
primer año de vida; sino también por lo trágico e inesperado del proceso” (Vargas,
2010, p. 100). El niño, aparentemente sano antes de acostarlo en su cuna, aparece
muerto horas más tarde. Es más frecuente antes de los 6 meses de edad y aún
más antes de los 4 meses. Existe una relación masculino:
femenino de 3:1, predomina en la raza negra, unido estrechamente a malas
condiciones socio- económicas y bajo nivel de escolaridad de los padres. Se observa en las madres más
jóvenes (menores de 20 años) y con mayor frecuencia solteras. En niños
alimentados con biberón antes de los 6 meses (Gorrita & Román, 2013).
La etiopatogenia
del SMSL en la actualidad aún es desconocida, pero existen factores de riesgo que
deben constituirse en alertas para padres, familiares, pediatras y médicos de
la familia, porque pueden ser controlados o minimizados, como son los relacionados
con la madre [el consumo del cigarrillo, bebidas alcohólicas y otras drogas durante y/o después del embarazo, el compartir la cama con el infante (colecho)], relacionados
con el lactante propiamente dicho [la posición al dormir, el género masculino,
la edad entre el segundo y el cuarto mes, el antecedente de muerte súbita en
otros hermanos] y el ambiente, donde resaltan la pobreza, el dormir con
juguetes, almohada y sobre superficies blandas, el sobrecalentamiento del
ambiente o porque se le abriga demasiado; así como algunos
factores protectores como el uso de chupo, la lactancia materna y el tener un
esquema de vacunación completo (Latorre, Zambrano, & Carrascal, 2016).
El SMSL es un diagnóstico por exclusión y
requiere para su consecución los siguientes pasos (Gorrita & Román, 2013):
una anamnesis minuciosa, un
examen físico exhaustivo, precisando signos externos (traumatismo, malos
tratos, intoxicaciones), una necropsia completa por personal experto y
laboratorios adecuados, exploración concienzuda de la escena de la muerte; y antes
de establecer el diagnóstico de SMSL, excluir otras causas como el abuso o
maltrato infantil, enfermedades metabólicas, anomalías del sistema nervioso
central y cardiopatías congénitas.
Referencias
Asociación
Española
de Pediatría. (2014). Colecho, síndrome de muerte
súbita del lactante y
Lactancia Materna. Recomendaciones actuales de consenso. Recuperado de
https://www.aeped.es/comite-nutricion-y-lactancia-materna/lactancia-materna/documentos/colecho-sindrome-muerte-subita-lactante-y
Gorrita Pérez,
R.R., Román Lafont, J. (2013). Síndrome de Muerte Súbita del lactante: Un tema
para la polémica. Revista de Ciencias Médicas de La Habana, 19(3), 110–8. Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/revciemedhab/cmh-2013/cmh133n.pdf
Latorre-Castro,
M. L., Zambrano-Pérez, C., & Carrascal-Gordillo, C. F. (2016). Síndrome
infantil de muerte súbita: el riesgo que afrontan los lactantes en Bogotá,
D.C., Colombia. Revista de la Facultad de Medicina, 64(4), 665-670. Recuperado
de https://dx.doi.org/10.15446/revfacmed.v64n4.54801
Vargas, A. E.,
(2010). Medicina Legal (3ra ed). México:
Trillas.