Artículo Original

 

 

El Saber Pedagógico y la Incidencia de la Evaluación en la Cosmovisión Indígena Campesina

Pedagogical Knowledge and the Impact of Evaluation on the Indigenous Peasant Worldview

Sandra E. Ayala- Trujillo , Otto I. Ayala- Becerra

Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Ibarra.

Otto I. Ayala- Trujillo

Universidad Técnica del Norte, Ecuador; y

Marco F. Pineda- Rivera

Universidad Regional Autónoma de los Andes, Ecuador.

 

 

 

La correspondencia sobre este artículo debe ser dirigida a Sandra E. Ayala Trujillo

Email: seayala@pucesi.edu.ec

 

 

Fecha de recepción: 24 de agosto de 2023.

Fecha de aceptación: 8 de octubre de 2023.

 

 

 

¿Cómo citar este artículo? (Normas APA): Ayala- Trujillo, S.E., Ayala- Becerra, O.I., Ayala- Trujillo, O.I., & Pineda- Rivera, M.F. (2023). El Saber Pedagógico y la Incidencia de la Evaluación en La Cosmovisión Indígena Campesina. Revista Científica Hallazgos21, 8 (3), 240-249. http://revistas.pucese.edu.ec/hallazgos21/

 

 

 

 

 

 


Resumen

La Cosmovisión andina y su existencia, contrastada por varios estudios e investigaciones, sienta bases para ir definiendo el contexto del proceso pedagógico que se suscita en cada acto desarrollado por el runa andino para recrear la realidad en territorio apoyado por mingas participativas del colectivo. Es precisamente, en este encuentro de saberes, donde los agentes del proceso pedagógico aprenden escarbando en las experiencias como requisitos previos para ir redescubriendo el conocimiento y la sabiduría andina. Unas veces en acompañamiento y otras ocasiones cuestionándole, sin embargo, sometiendo el contexto de la realidad in situ para pasar a otra dimensión cuando superan los limitantes de los problemas y encuentros de culturas. En el acto humano de aprender, es de importancia la evaluación como un proceso presente en todas las fases del proceso pedagógico, la misma que hace más eficiente las metodologías del abordaje del conocimiento. Una metodología de evaluación libre y que se va construyendo en los procesos de avance y bienestar. Es incuestionable la opción de ir aportando en contexto, material académico para, ayudados con los principios de la filosofía andina, construir espacios de visualización de un estado de arte de este enfoque cultural y sabiduría.

Palabras clave: Cosmovisión andina; proceso pedagógico; evaluación; metodología; procesos de desarrollo social.

Abstract

The Andean Cosmovision and its existence, contrasted by various studies and research, lay the foundations to define the context of the pedagogical process that arises in each act developed by the Andean rune to recreate reality in territory supported by participatory collective work. It is precisely, in this meeting of knowledge, where the agents of the pedagogical process learn by digging into experiences as prerequisites to rediscovering Andean knowledge and wisdom. Sometimes in accompaniment and other times questioning, however, subjecting the context of reality in situ to move to another dimension when they overcome the limitations of problems and encounters of cultures. In the human act of learning, evaluation is important as a process present in all pedagogical process phases, making the methodologies for approaching knowledge more efficient. A free evaluation methodology that is built in the processes of advancement and well-being. The option of contributing academic material in context, aided by the principles of Andean philosophy, build spaces for the visualization of a state of the art of this unquestionable cultural approach and wisdom.

Keywords: Andean worldview; pedagogical process; assessment; methodology; social development processes.

 

El Saber Pedagógico y la Incidencia de la Evaluación en La Cosmovisión Indígena Campesina

El Sumak kawsay (vivir en plenitud) sería solamente una quimera sí, y solo sí, se deja a planos complementarios a la evaluación como elemento dinámico, que obligatoriamente se debe contextualizar de manera explícita o intrínseca en los procesos no sesgados de desarrollo en territorio del colectivo social.

Debe estar presente, para que se suscite el tránsito al siguiente nivel del proceso pedagógico, al conseguir el aprendizaje iconográfico, inductivo, deductivo y representativo de la espiral holística del ámbito educativo: el <<Yachay>>.

“En el Ecuador, el Buen vivir constitucional pretende mejorar la calidad y ejercicio de los derechos de los ciudadanos a partir del fortalecimiento de sus garantías” (Cardoso et al, 2016, p.6).

La Pedagogía Andina (PA) nuclea el desarrollo del pensamiento andino, fundamentados en el respeto a la Tierra como un ser vivo; la Pachamama considerada en una dimensión fundamental y concomitante de la existencia; en el respeto a las diversidades atendiendo a los principios de relacionalidad, correspondencia, complementariedad, reciprocidad y espiralidad (Vásquez, 2022, p.43).

En territorio se busca, con la presencia de agentes pedagógicos, mejorar y cambiar las condiciones de vida a otro nivel superior de equidad y justicia; de ahí los objetivos de la evaluación de transformar la realidad y cuyo proceso de vida sea referente para otros territorios de una práctica abierta en una democracia viva.

Al invocar una concepción filosófica de lo que es la evaluación en los procesos de vida, se ablanda la contundencia del estado del arte y se recurre a la potencia de uso de los procesos pedagógicos en territorio.

La evaluación se puede entender de diversas maneras, dependiendo de las necesidades, propósitos u objetivos de la institución educativa, tales como: el control y la medición, el enjuiciamiento de la validez del objetivo, la rendición de cuentas, por citar algunos propósitos (Mora, 2004, p.2).

No se puede comprender la enseñanza sin tener en cuenta la evaluación. No sin motivo, porque la evaluación condiciona todo proceso de enseñanza-aprendizaje. Como al éxito o al fracaso los marca la evaluación, todo se encamina a ese proceso decisivo (Moreno, 2016, p.9). En virtud de la invocación de la calidad educativa que forma al hombre y le prepara como agente positivo del desarrollo, el momento que éste se apropia del conocimiento y es capaz de aplicarlo en la realidad práctica para su beneficio y de su conglomerado, se puede evidenciar el acto humano de calidad educacional.

Este nuevo enfoque del papel que debe asumir la evaluación le confiere un marcado carácter pedagógico que, superando lo meramente instructivo, se instala plenamente en lo educativo y en lo formativo, hasta de ser uno de los elementos de calidad de un sistema educativo (Castillo, & Cabrerizo, 2010, p.1).

Construyendo un estado del arte en torno a la autoevaluación institucional, para dar inicio a este apartado, es menester recuperar brevemente qué se entiende por estado del arte. El mismo constituye una construcción que colabora con el proceso de reflexión desde el cual se inicia una investigación y que se va nutriendo a lo largo del recorrido de la misma (Perassi, & Castagno, 2022, p.90).

 

Método

Se realizó un estudio cualitativo con enfoque descriptivo, basado en los principios del saber pedagógico y su incidencia de la evaluación en la Cosmovisión Indígena Campesina. La investigación se centró en la técnica del estudio documental sobre el tema objeto de estudio.

    Para la búsqueda de los documentos sobre la temática, se emplearon los motores de búsqueda de Google Académico, SciELO y Scopus. Se buscaron artículos donde se publicaron reflexiones acerca del Buen vivir constitucional en el Ecuador, la pedagogía andina, los métodos novedosos de comunicación y enseñanza, la ‘filosofía andina’, teorías sobre el aprendizaje y su evaluación, constituyéndose todas ellas en las unidades de análisis del estudio. Para su inclusión, se seleccionaron estudios que relejaran el mundo andino donde, cuando en un acto de vida se da algo, se espera recibir algo, porque en el proceso pedagógico es contundente esta práctica de vida de dar y recibir. Del total de artículos encontrados (20), se seleccionaron 16, que permitieron crear las categorías del estudio que surgieron a partir de esas unidades de análisis: la cosmovisión andina, el proceso pedagógico, la evaluación y metodología, así como los procesos de desarrollo social.

 

Resultados y Discusión

Una disgregación del concepto de evaluación en su plenitud es precisamente la autoevaluación, la que es connatural al hombre en su accionar para transformar la realidad. En este caso identifica a la institucionalidad de un ente que bien podría ser un territorio en particular que se está proyectando con un trabajo del proceso pedagógico.

La evaluación no debe considerarse como una acción de control o fiscalización, es un proceso que permite a los diferentes actores involucrados aprender y adquirir experiencias de lo planificado y ejecutado, para tomar decisiones que optimicen la gestión del plan, garantizando mejores resultados. La necesidad de evaluar es mayor en la medida en que las organizaciones se enfrentan a un entorno dinámico y cambiante, a un mayor nivel de incertidumbre y a una alta rivalidad competitiva (González, 2016, p. 20).

Un ser humano evaluando a otro ser humano, esa es la condición, sin sesgo: un acto ético para avanzar en este proceso de mejoramiento continuo. Sin embargo, este proceso sí exige que el evaluador tenga un perfil técnico, más aún cuando ejecutamos procesos de evaluación en el mundo andino.

“El maestro digital es aquel que se encuentra a la vanguardia de novedosos métodos de comunicación y enseñanza, a través de la ciencia tecnológica coherente al contexto” (Auris et al., 2022, p.204). En este sentido, la evaluación debe presentar instrumentos de este apartado, el que es aplicable a cualquier entorno de aprendizaje. De asumimos las palabras de Estermann (2002), el mundo andino tiene fascinación por el entorno digital.

Uno de los modelos que han despertado interés por su potencial es el Aula invertida, que es una metodología centrada en el estudiante, que consiste en trasladar una parte o la mayoría de la instrucción directa al exterior del aula, para aprovechar el tiempo en clase, maximizando las interacciones entre docente y estudiante y entre estos entre sí (Rivera, 2019, p.12).

La metodología de trabajo es esencial para cubrir con los objetivos que se han planificado y se lograrán a través del proceso pedagógico. La Metodología Círculo Experiencial de Aprendizaje (CEA) releva en su acción a la evaluación para afianzar los aprendizajes entre los actores del proceso pedagógico, en territorio. En todo caso cual sea la metodología didáctica debe enfocarse en el aprendizaje de ciencia y técnica que permita transformar la realidad objetiva.

El sentido ético del conocimiento, la pedagogía con valores humanos, la estrategia que se utiliza en el proceso educativo para su transmisión y el proceso de evaluación y comprobación de los aprendizajes incluye el análisis de cómo el pensamiento crítico puede contribuir a la formación de valores (Auris et al., 2022, p.10).

Si bien es verdad que somos capaces de establecer un sofisticado nivel de términos de metodología de la investigación y de las técnicas de evaluación, también es cierto que muchas de las cuestiones de investigación responden más frecuentemente a ocurrencias oportunistas respecto del entorno que a un sistémico y permanente interrogatorio del modo de encarar el sentido y meta de la intervención pedagógica (Davis, 1987) citado por Touriñán (2018, p.121).

“La evaluación del aprendizaje se centra en los procesos que llevan a los alumnos y las alumnas a elaborar sus propias respuestas” (Solano, 2009, p. 107).

Una didáctica, evaluación y currículo edificadoramente inclusivos, que asuman el acogimiento con actitud ético política, sensibilidad pedagógica y social, reconociendo las experiencias, intereses, saberes, conocimientos previos, condición social, cultural, física y psíquica, entre otras realidades de cada sujeto educable, en el interregno de su intervención de cara a lograr que estos desarrollen los desempeños cognoscitivos, operativos, comprensivos y edificadores que les permitan proceder de manera más adecuada y humana en su existencia  (Arboleda, 2018, p.19).

“A través del aprendizaje (no sólo sometiéndose a él sino también rebelándose contra él e innovando a partir de él) se fraguará su identidad personal irrepetible”(Savater, 2000, p.21).

Soy muy consciente de que la cuestión de la ‘filosofía andina’ es altamente controversial, sobre todo en los medios académicos. A pesar de las muchas dificultades que encontré a lo largo de mis reflexiones, me parece de suma importancia rescatar el pensamiento de los pueblos andinos como auténtica filosofía (Estermann, 2006, p.315).

“Además de la “circularidad” del relato quechua, en la cultura andina interesa más el hacer que el abstraer, es decir que el conceptuar. En la cultura andina se aprende mirando y sobre todo haciendo” (Valladolid, 2019, p.19). En todos y cada uno de los procesos de vida, vistos éstos como momentos vivos o procesos pedagógicos, siempre la evaluación marcará la realidad del escenario en territorio.

Mandato cosmovisivo

Crear en enfoque propio y emergente de la cosmovisión andina, relevando a la educación y los procesos evaluativos.

“La conciencia colonial se evidencia al asumir el rol reproduccionista de teorías, corrientes educativas y pedagógicas; accionar imitativamente, apenas adaptar y jamás crear sistemas teóricos” (Vásquez, 2022, p. 47).

Aquí no como convidado de piedra, sino con el respaldo de un trabajo in situ, en comunidades varias, superamos el estigma anterior, y empezamos a delinear un estado del arte en el mundo andino.

Principios de vida: Relacionalidad del todo, Correspondencia, Complementariedad, Reciprocidad y Espiralidad.

Estos mandamientos de la visión andina y transversalidad de la evaluación en corresponsabilidad en el proceso pedagógico dan la dinámica necesaria en la búsqueda de superar a otros niveles o escenarios de territorios, superar la pobreza, la marginalidad y la supraculturalidad.

Las relaciones, simples o complejas, que se dan en un ambiente de territorio específico, permiten a los agentes del proceso pedagógico instrumentalizar procesos de evaluación, siempre para mejorar a las personas y a sus colectivos, visibilizar sus aspiraciones y saltar los sometimientos unidireccionales.

La correlación de dimensiones que contextualiza la práctica de vida, el respeto a la naturaleza, lo bueno- lo malo- lo divino, a experiencia profesional de un agente del proceso pedagógico con perfil de compromiso, facilita la mediación de instrumentos de evaluación cuantitativos y cualitativos.

El proceso de inclusión de los opuestos y respeto de la alteridad en los procesos pedagógicos es esencial. En un territorio identificado con procesos de desarrollo social y con el objetivo de superar visiones impuestas en armonía, se buscan aquellos instrumentos generados por los propios participantes donde su evaluación permita superar la dimensión unidireccional y más bien haya sinergia y corresponsabilidad para avanzar.

En el mundo andino, cuando en un acto de vida se da algo, se espera recibir algo. En el proceso pedagógico es contundente esta práctica de vida, dar y recibir. Mejores humanos, mejores personas.

El enfoque histórico cultural subyace en el principio de la espiralidad: el pasado apuntala la vivencia actual que mejorará la práctica de vida en el futuro.

El aprendizaje es fundamento en el proceso pedagógico, una relación Pacha-Cultura. Para la activación del aprendizaje provenientes del pacha-cultura, se precisa de la ejercitación de procesos de exteriorización provocados por el docente desde la planificación, ejecución y evaluación curricular; los que habilitan las condiciones para la generación de aprendizajes y la aprehensión de habilidades potenciales interiorizados por el estudiante a partir de la actividad, la comunicación, el descubrimiento, la experimentación, el disfrute por aprender, la celebración de la vida y el cultivo de la espiritualidad (Vásquez, 2022, p.44).

El aprendizaje holístico acude a estos procesos pedagógicos representativo, inductivo, deductivo e iconográfico. La metodología CEA, con sus variables, redefine la esencialidad de los procesos de evaluación en este contexto del progreso y desarrollo en territorio.

Al lanzar alternativas concretas, no aquellas perdidas en el etéreo, al dimensionar a lo sustancial de la evaluación como único mecanismo de avanzar en la dinámica trazada por el desarrollo económico y social de la humanidad que busca espacios en los territorios, en donde emerge y a veces de manera contestataria a todo aquello impuesto, foráneo y con recetas únicas, la evaluación se torna en un eficaz mecanismo participativo de apuntalamiento y progreso.

Si buscamos respuestas explicitadas en el estado del arte que contextualiza la historicidad de la evaluación en el campo educativo, resultado de la praxis pedagógica in situ, se puede colegir a ésta como una metodología que contrasta en territorio a agentes vivos que se fortalecen con mecanismos de vida en colectivo, aprehenden y construyen el enfoque filosófico que visibiliza la praxis social de un conglomerado en particular.

En todos los procesos de investigación, sea cual sea su paradigma (cualitativo o cuantitativo), se apropiará el sujeto de lo que se pretende aprender y dominar para el beneficio colectivo. La evaluación debe ser ubicada como aquella acción desarrollada por el hombre en busca de ser un mejor agente del proceso pedagógico, que le facilite su aprendizaje y transforme la realidad en beneficio propio y de los suyos. Parafraseando a Vygotski, podemos enunciar que en minga aprendemos más y mejor.

La didáctica precisa un portafolio de metodologías con resultados positivos de llegada y apropiación del conocimiento. El Círculo Experiencial de Aprendizaje valida la práctica pedagógica en las comunidades indígenas y campesinas, y se ponen de relevancia los procesos de desarrollo que se consiguen con una técnica visualizada en su propia realidad y que con corresponsabilidad de agentes externos, plasman acuerdos en donde la evaluación es esencial en cada fase del proceso vivo de consecución de metas y objetivos.

El constructo pedagógico en territorio, a través de una matriz cualitativa que sea un resumen ejecutivo de las acciones planificadas y ejecutadas, dotan de evidencia pertinente de las experiencias previas de forma de vida, el conocimiento ancestral plasmado de una población meta, en donde se pueden instrumentalizar procesos de evaluación acordados entre los agentes pedagógicos. De esta manera, consolidar la sinergia del mundo andino y los agentes de fuera de sus fronteras que llegan como un miembro más de su colectivo. En este contexto se privilegia el proceso de aprendizaje, haciéndole la acción sostenible y sustentable. Los saberes se potencializan: la profesión de enseñante se aprende.

Al transformar la realidad, es práctica expedita generar más hipótesis de acción que vayan acoplándose al solucionario diario de las variadas problemáticas tratadas en los procesos de desarrollo de vida de estos conglomerados sociales, en los cuales, mediante mecanismos de abstracción, interrelación, contrastación, comparación, reflexión y otros, se validen las experiencias previas de los adultos. En cada acción se pueden aplicar medios adecuados que permitan evaluar y comparar los escenarios, antes y después del proceso pedagógico.

La práctica pedagógica lidera procesos éticos de desarrollo y su acción contextualizada en su conglomerado, en el cual se pueden identificar principios generales de su historicidad y cultura, principios que sostienen el enfoque filosófico y de vida, y que nos permiten generalizar conceptualizaciones y elevar a nivel de constructos teóricos que forman y buscan transformar la realidad con nuevos conocimientos. La educación y su acción positiva del nivel experiencial acumula enfoques teóricos, que por sí solo buscan dotar de un referente de vida, en este caso la importancia de la evaluación en la cosmovisión indígena. Teoría y praxis: mejorar la condición de vida.

La opción dialógica entre agentes del proceso pedagógico, agentes de territorio y externos, se recibe como práctica social de desarrollo. El trabajo con proyectos productivos y sociales, para insertar en la dinámica productiva y generadora de bienestar a las familias de la ruralidad, es un modo de compensación social del progreso económico que proyecten escenarios de justicia social. No dar lugar a la supra culturalidad, más bien el respeto al otro.

 Vista de esta manera, ya en procesos investigativos y trabajos conjuntos a la evaluación, se la incorpora como eje transversal de las siguientes fases: a) Inserción, b) Acuerdos, c) Diagnóstico, d) Identificación del Problema, e) Planificación del Proyecto, f) Financiamiento, g) Ejecución, h) Autoevaluación, i) Feedback.

Es menester indicar que el uso de toda una amalgama de técnicas e instrumentos permitiría cubrir con las expectativas de desarrollo social de la comunidad y el empoderamiento de otros niveles académicos que hacen en la práctica que las actividades sean sustentables y sostenibles para bien del entorno de la raza humana o del homo sapiens andino (Ayala et al., 2020, p. 228).

En cada una de las fases antes descritas, se pueden colegir fundamentos técnicos que guiarán la acción de la evaluación:

Inserción: el enfoque teórico o conceptualización de preceptos marca un hito en la contextualización del grupo social meta en la cual se van a ejercer diálogos e intercambios comunicativos, verter comunicación para a posteriori plasmar en aplicación experiencial y se genere la holística del aprendizaje.

Acuerdos: cohesionar los compromisos y objetivos que los motiva es esencial: Es importante la experiencia de los agentes pedagógicos para acordar beneficios mutuos; sin embargo, se fortalece con la reflexión y conceptualización.

Diagnóstico: los procesos reflexivos de los agentes pedagógicos revitalizan esta variable, la que se fortalece con la conceptualización y el nivel de experiencias como requisitos previos del proceso pedagógico o de vida.

Identificación del Problema: las experiencias son importantes jerarquizadas y validadas al cometido el proceso pedagógico. Se robustece con la reflexión, la conceptualización y aplicación.

Planificación del Proyecto: parte con la prevalencia de la conceptualización y se abastece y fortifica con las experiencias de los agentes pedagógicos en territorio.

Financiamiento: hace referencia a los TDRs o términos de referencia cuyo enfoque parte de la conceptualización y de lo que quieren aquellas instituciones que invierten en el campo social; de ahí que se produce además en comunidad una acción de jerarquizar variables de condicionamientos de los entes que financian acciones en territorio.

Ejecución: conceptualización con mayor jerarquía y colaborada con niveles de experiencia en acciones similares de un proceso pedagógico o de vida en territorio.

Autoevaluación: reflexión y experiencia.

Feedback: perfecciona los estilos de abordaje al proceso pedagógico que produce saberes; que permite transformar la realidad social en sus diferentes dimensiones.

Se pueden identificar los elementos de manera simultánea o indistintamente en su uso de manera individual. Siempre va a fortalecer la guía orientadora del aprendizaje o que se produzca el yachay en el mundo andino. Es una fase recurrente en los procesos pedagógicos y a voluntad del agente pedagógico para hacer más eficiente el aprendizaje del runa andino. Aquí se le puede vincular al yachay o sabio del territorio para hacer el acto educativo con mayor corresponsabilidad.

Conclusión

El encuentro cultural de la visión occidental y andina, a guía del maestro mediador y experto, debe posibilitar unificar esfuerzos, acoplar recursos didácticos, generar acuerdos mutuos en el currículo, extraer desde la propia realidad técnicas e instrumentos para accionar a la evaluación (heteroevaluación, coevaluación, autoevaluación) como eje transversal de las fases del proceso pedagógico;  incluir procesos que fascinan al mundo andino del entorno virtual de aprendizaje y redescubrir el conocimiento construyendo un enfoque teórico o estado del arte del mundo andino.

La didáctica empleada en los procesos pedagógicos, como es el ejemplo de la investigación realizada en comunidades indígenas y campesinas de la sierra norte del país con el método CEA, facilitó poner de relevancia a la evaluación en este, runa tupari, para aunar acciones que permitan transitar a un nivel elevado de concreción de resultados óptimos a sus problemáticas. El aprender haciendo, reflexionando, conceptualizando y aplicando, evidencia lo cíclico en la vivencia andina.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

Referencias

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