Artículo Original
Espiritualidad en la Formación de
Profesionales en Ciencias de la Salud
Spirituality in
the Training of Health Sciences Professionals
Universidad de las Ciencias de la Salud
Valle de la Pascua, Venezuela; y
Universidad Nacional Experimental de la
Seguridad
Maracay, Venezuela.
La correspondencia sobre este artículo
debe ser dirigida a Zahira F. Silano Higuera
Email: zfelicidad@gmail.com;
noheliay@gmail.com
Fecha de recepción: 7 de julio de 2023.
Fecha de aceptación: 10 de octubre de
2023.
¿Cómo citar este artículo? (Normas APA): Silano- Higuera, Z.F., & Alfonzo- Villegas, N.Y. (2023). Espiritualidad
en la Formación de Profesionales en Ciencias de la Salud. Revista Científica Hallazgos21, 8 (3), 250-259.
http://revistas.pucese.edu.ec/hallazgos21/
Fundamentación: La espiritualidad es una
de las dimensiones que forman parte del ser humano, la cual consiste en
cultivar la esencia del mismo, lo inmaterial, lo
intangible.
Objetivo: Comunicar los resultados de una investigación en la cual se
propuso comprender el significado que se le atribuye a la espiritualidad en la
formación en las Ciencias de la Salud.
Método: Se trata de una investigación desde el enfoque
cualitativo, con el método hermenéutico, en el que se entrevistaron a cinco
profesionales de la Salud que están vinculados a la formación educativa en
dicha área.
Resultados: Se obtuvo la categoría espiritualidad con los
códigos valores, bienestar, conocimiento, religión y relaciones.
Conclusión: Se concluye que el desarrollo de la espiritualidad
en las Ciencias de la Salud es beneficioso para la formación y el desempeño
profesional.
Palabras clave: Espiritualidad; Ciencias de la salud.
Background: Spirituality is one of the dimensions that are part of the human being,
which consists of cultivating its essence, the immaterial, the intangible.
Objective: To communicate the results of an investigation in which the purpose was
to understand the meaning attributed to spirituality in training in Health
Sciences.
Method: This is an investigation from the qualitative approach, with the
hermeneutic method in which five health professionals who are linked to
educational training in such area were interviewed.
Results: The spirituality category was obtained with the codes values, well-being,
knowledge, religion, and relationships. Conclusions: The development of spirituality in Health
Sciences is beneficial for training and professional performance.
Keywords: Spirituality: Health
sciences.
Espiritualidad en la Formación de Profesionales en Ciencias de la Salud
La espiritualidad es una de las dimensiones que forman parte del ser
humano, la cual consiste en cultivar la esencia del mismo,
lo inmaterial, lo intangible; etimológicamente el vocablo espiritualidad
proviene del griego spíritus que significa respiro, alis que se refiere a lo relativo a y por
último el sufijo dad que indica
cualidad. Por consiguiente, la espiritualidad es todo lo relativo a la cualidad
del espíritu. Ahora bien, partiendo del hecho de que el ser humano está
constituido por diversas dimensiones y estas a su vez inciden una en otra, se
puede inferir que la espiritualidad, así como el estado anímico del paciente
están estrechamente relacionados con la salud de este.
Al respecto, Lorenzo (2018) señala: “Comprender la enfermedad implica
comprender a la persona enferma, y comprender a la persona enferma implica
comprender todas sus dimensiones: la física, la psicológica, la social y la
espiritual” (p.3). De acuerdo a lo que expone el
autor, se puede acotar que hay una estrecha relación entre la función
fisiológica del paciente con las dimensiones psique, social y espiritual, ya
que estas forman un todo y cada aspecto tiene correlación con el otro.
Aunado a lo anterior, las relaciones sociales pudiesen determinar el
grado de espiritualidad de una persona. Al respecto opina Adorno (2020)
es crucial tomar en consideración el contexto cultural en el que se está
llevando a cabo el estudio. Cada cultura tiene un sistema de creencias que
moldean la manera en que las personas se visualizan a sí mismas y al mundo
(p.5).
Más aún, en el área de la salud o si pertenece a una determinada etnia o
grupo religioso.
Sin embargo, muchas veces este aspecto no es valorado en el área de las
Ciencias de la Salud, tal como lo afirman Salas y Taboada (2019). Algunas
razones que explican este fenómeno son: (a) no disponer del tiempo suficiente;
(b) no considerarlo como parte de los deberes médicos; (c) no estar capacitado
para ello; y (d) temor a iniciar un diálogo incómodo. Por lo que, en su
mayoría, los galenos prefieren simplemente omitir este elemento o hacer caso
omiso.
Por lo tanto, el propósito del artículo es comunicar los resultados de
una investigación en la cual se propuso comprender el significado que se le
atribuye a la espiritualidad en las Ciencias de la Salud. La revisión de la
literatura sirvió para puntualizar varios conceptos.
Para Tuñoque (2022): “la espiritualidad se
basa en las relaciones que establece la persona consigo misma a través de la
búsqueda de sentido de vida, las relaciones armoniosas con los demás y la
relación con un ser superior” (p.23). Dicho de otra manera, la espiritualidad
está relacionada con el crecimiento personal de cada individuo y cómo este lo
manifiesta en relación a sus semejantes. Desde el
punto de vista de la salud, Salas y Taboada (2019) consideran:
La espiritualidad es concebida como una dimensión esencial del paciente,
a quien se reconoce una dignidad intrínseca, que requiere ser valorada siempre,
pero especialmente durante la enfermedad, donde surgen inevitablemente las
preguntas por el sentido de la vida, del sufrimiento, de la conexión y de la
trascendencia (p.1203).
Se trata de una experiencia personal, por lo que puede variar en cada
individuo o momento; también, influye el sistema de creencias que forman parte
de la persona, ya que independientemente de su dogma de fe la enfermedad o
ausencia de salud, puede ser concebida como una prueba o circunstancia de
castigo. De tal manera, cada quien es responsable de desarrollarla, estableciendo la
actitud que toma ante la vida y la enfermedad. Bien sea, resignación,
esperanza, lucha, resiliencia o capacidad de amar al prójimo.
En tal sentido, las dimensiones de la espiritualidad según López (2019)
hacen referencia a las formas de aprender la espiritualidad, las cuales pueden
derivar de la experiencia personal propia, la conceptualización abstracta al
leer o escuchar las experiencias de terceros, a través de la observación –
reflexión de esa práctica o desde la experimentación activa. De esta forma, las
dimensiones de la espiritualidad se basan en estas cuatro creencias de
desarrollo espiritual. En cuanto a la Espiritualidad y Religión, aunque la
espiritualidad no implica religión, Villegas et al. (2019) indican:
Por una parte, la espiritualidad es una cualidad innata, una dimensión
humana, personal, una vivencia o experiencia, que se realiza de forma
individual, por lo que se constituye en un estilo de vida, que no requiere
obedecer a una religión. Entre tanto, la religión es un constructo social, una
práctica, fundamentada en una doctrina o código de conducta, por lo que es un
sistema de creencias y cultos organizados, que se práctica de manera
comunitaria (p.11).
A través de la espiritualidad el hombre trata de darle sentido a su
existencia, lo cual implica tener conciencia de quién es, de reconocer sus
emociones, de conectar la mente con el alma. A pesar de que la espiritualidad
no implica necesariamente una práctica religiosa, sí están íntimamente
relacionadas. Comúnmente se ha asociado la espiritualidad a una creencia. En
cuanto a la espiritualidad y la religión, Calle y Arcila (2020) afirman:
Se podría decir que la religión juega un papel muy importante en la
sociedad, esta genera una gran influencia en los seres humanos y en su
comportamiento, de cierta forma genera un control social, puesto que los seres
humanos actúan de acuerdo a sus creencias (p.299).
Tabla 1 Espiritualidad versus Religión Religión Autoridad interna Autoridad externa Relaciones
fluidas y descentralizadas Estructuras rígidas y jerárquicas Flexible Jerarquía Personal Institucional Dinámica Estática Privada Pública Carácter individual Carácter social Elección
personal Creencias prácticas y normativas Experiencia Moral Afinidad Afiliación Estilos de vida Comunidad de pertenencia Carácter abierto
y holístico que favorece el cultivo personal Carácter represivo y limitante de la
expresión individual Diversidad de espacios Iglesias Vinculada al
espíritu Vinculada a deidad Ética de la subjetividad Ética del bien común Cuidado y
bienestar del cuerpo Cuidado del alma Fuente: Bernal (2022).
Por su parte,
la Inteligencia Espiritual (IE), según Buzan (2003) citado por Rodríguez (2013)
habla de los dones, que al combinarse pueden potenciar la IE. Ellos son los
siguientes:
a) Conseguir una visión global de la vida;
b) Explorar tus valores;
c) Plantearte tu visión y tu propósito ante la vida;
d) Ser compasivo;
e) Comprenderte a ti mismo y a los demás;
f) Estar dispuesto a dar y recibir;
g) Caridad y gratitud;
h) Desarrollar el sentido del humor;
i) Volver al patio del recreo;
j) Practicar algún ritual;
k) Vivir en paz, y
l) Desarrollar el poder del amor.
Todos estos
dones puestos en práctica en el ámbito educativo y profesional pueden potenciar
el aprendizaje y mejorar el desempeño del individuo.
Método
Se trata de una investigación de campo desde
el enfoque cualitativo en la cual se entrevistaron a cinco informantes del área
de ciencias de la salud, caracterizados en la Tabla 2, empleándose el método hermenéutico para la
interpretación de los hallazgos obtenidos, realizándose el análisis cualitativo
a través del software Tabla 2 Descripción de los Informantes Espiritualidad
1 Sexo:
Masculino. Edad: 60 años. Médico Cirujano. Docente de pre y postgrado de
ciencias de la salud. Religión: judía Espiritualidad
2 Sexo:
Femenino. Edad: 33 años. Médico Pediatra Neonatólogo. Docente de pre y
postgrado del área de ciencias de la salud. Religión: evangélica Espiritualidad 3 Sexo:
Femenino. Edad: 24 años. Psicólogo clínico. Estudiante de fisioterapia.
Religión: evangélica Espiritualidad
4 Sexo:
Femenino. Edad: 52 años. Licenciada en Enfermería. Coordinadora del Área
de Enfermería. Docente de pre y postgrado. Religión: ninguna Espiritualidad 5 Sexo:
Femenino. Edad: 37 años. Licenciada en Educación, especialista en
Docencia Universitaria. Docente del área de ciencias de la salud.
Religión: católica Fuente: Caracterización realizada por los autores.
Resultados y Discusión
Figura 1 Nube de la Espiritualidad. Fuente: Entrevistas realizadas.
A partir de allí, se puede obtener una definición propia de la
espiritualidad en las ciencias de la salud, la cual es entendida como el
conjunto de principios y actitudes del personal de salud que se caracteriza por
la vocación de servicio, empatía y conocimiento a disposición del beneficio del
paciente.
En la Figura 2 se evidencia una categoría general denominada
Espiritualidad, además, de los códigos que emergieron a partir de allí y sus
respectivas citas. Tomando en cuenta cada uno de los códigos obtenidos y sus
definiciones operacionales, se realizará la discusión con los aportes de otros
investigadores o teóricos.
En primer lugar, Valores
definidos como todos aquellos elementos que deben estar presentes en el ser
humano y se caracterizan por la ética, responsabilidad, honestidad,
agradecimiento, compasión, comprensión y amor al prójimo.
Al respecto, Salas y Taboada (2019) manifiestan: “La atención espiritual
honra el valor inherente de cada persona en medio del sufrimiento, con sus
valores, creencias, esperanzas y búsqueda de sentido” (p.1202). En tal sentido,
el dolor tendrá un significado distinto, de acuerdo a
la dimensión espiritual de cada individuo.
En la formación profesional en el área de Ciencias de la Salud es
importante el respeto por la vida humana, la empatía con los enfermos. El
actuar correctamente, tanto durante el proceso educativo, como en el ejercicio
de sus funciones. La ética en el ejercicio profesional va más allá de los
valores que tradicionalmente se mencionan como el amor, la honestidad, o la
responsabilidad. Se trata de un estilo de vida moralmente correcto que se
manifieste no sólo en su labor como personal de salud, sino también en todos
los roles que desempeñen; que sean un ejemplo del actuar correctamente ante la
sociedad.
Figura 2 Codificación abierta. Fuente:
Categorías emergentes en el análisis de los autores.
Seguidamente, Bienestar, conceptualizado como salud biológica,
psicológica y social. A través de la espiritualidad es posible fomentar la
salud desde todos los niveles. Esto viene dado por la búsqueda del equilibrio
entre las distintas dimensiones del ser humano, donde no sólo es importante la
salud física, sino también la proporción entre esta y su relación con la salud
mental producto de relaciones sociales sanas donde impere la comunicación
asertiva, el respeto y la honestidad.
En tal sentido, López (2019) expresa: “Existe relación directa y
significativa, aunque de forma moderada entre espiritualidad y la práctica de
los principios de salud (…) Lo que significa que cuanto mejor sea la
espiritualidad habrá mayor práctica de los principios de salud” (p.171). En el
mismo orden de ideas, Tuñoque (2022) afirma que:
la espiritualidad cumple un rol esencial en el mantenimiento de la salud
mental y el desarrollo integral de los estudiantes universitarios al
encontrarse asociada a uso de mejores estrategias de afrontamiento frente a
situaciones generadoras de estrés, mayor capacidad de regulación emocional,
mejores estilos de vida que a su vez se encuentra asociada a una mayor calidad
de vida, menor presencia de síntomas de depresión, menor implicancia en
conductas de riesgo como el consumo de sustancias, mayores niveles de
resiliencia y mayor percepción de bienestar psicológico (p.23).
Por otra parte, la Religión en
el plano espiritual no implica una relación intrínseca. Sin embargo, a través
de ella, las personas pueden ser capaces de afrontar los retos que se presentan
en el día a día. De igual forma, siempre debe prevalecer el respeto y la
tolerancia hacia las ideas opuestas.
Tal como concluye Adorno (2020) “Una persona religiosa también es
espiritual, pero una persona espiritual no necesariamente se identifica como
una persona religiosa” (p.5). Esto que señala el autor sirve para apuntar que
la espiritualidad o cultivar el ser interior no depende de una religión, pero
todas aquellas personas que practican un dogma de fe sí tienen la obligación de
cultivar su ser y ser cada día mejores personas y profesionales.
La religión como tal forma parte del estilo de vida de las personas. Desde
el punto de vista bíblico, se encuentran un conjunto de preceptos que rigen la
forma del buen actuar y relacionarse con la sociedad. Por otra parte, la
libertad de culto es un derecho tanto para los estudiantes como para los
docentes. Por lo tanto, debe prevalecer el bienestar de los usuarios y de la
sociedad en general, independientemente de la ideología religiosa que profese
el personal de salud.
Una persona espiritual no necesariamente debe practicar alguna religión.
La espiritualidad se manifiesta en su motivación y su forma de actuar. Sin
embargo, una persona religiosa, que se apegue a los mandamientos de Dios,
siempre será espiritual y estará al servicio de la comunidad.
En este orden de ideas, el Conocimiento
espiritual es referido a ese saber que atraviesa fronteras y va más allá de lo
científico que le confiere sabiduría en la toma de decisiones. Al respecto,
Salas (2018) diserta:
La esencia de la educación integral es educar para trascender y
humanizar, donde el fin último sea el aprendizaje transformacional, que debe
ser proyectado tanto en el docente, el estudiante y en la sociedad (…) Como
líderes, proactivos, participativos, responsables de su ser, de su propia
formación y reformación, a través de los saberes en la bioética compleja,
transdisciplinar y transformadora, que fundamente la aprehensión de los valores
y principios éticos en beneficio de la sociedad y de él mismo (p.168).
La educación en todas las áreas del saber y especialmente en las
Ciencias de la Salud debe caracterizarse por llevar a cabalidad el proceso de
enseñanza y aprendizaje de una forma integral. Esto quiere decir que debe
prevalecer el rigor científico, la formación teórica y práctica, además de la
capacitación en otras áreas actitudinales que le permitirán un mejor
desenvolvimiento en su ejercicio profesional.
La educación en el postgrado de Ciencias de la Salud debe ser integral.
Esto quiere decir que se busque el conocimiento científico, pero a su vez se
cultive la espiritualidad. Esto le permitirá ser un mejor profesional, íntegro
como estudiante, docente y profesional sanitario, lo cual le permitirá afrontar
la realidad con optimismo para buscar soluciones a las problemáticas que se le
presenten.
Finalmente, las Relaciones desde
la espiritualidad se operacionalizan como esa conexión consigo mismo y con el
entorno que le rodea. Para Tuñoque (2022) “la
espiritualidad permite mejorar la calidad de las relaciones entre la persona y
los seres que lo rodean” (p.28). Sin lugar a dudas, el
fruto de cultivar una vida espiritual se traduce en una mejora entre las
relaciones interpersonales.
Conclusiones
En la formación del personal de salud es importante cultivar la
espiritualidad, además del conocimiento científico, lo que le permitirá ser un
buen profesional, mejor trato con los semejantes que lo rodean e,
indirectamente, se reflejaría en el nivel académico.
El profesional de salud debe caracterizarse por ser una persona honesta,
con rigor científico, con fortaleza espiritual, humana, solidaría, empática,
proactiva, responsable, respetuoso con la vida de los demás y la suya. Aunado a
ello, el personal de salud a través de su ejercicio profesional pudiese ser
medio de sanación, de alivio a las personas. Actividades como la meditación,
oración, compartir con otras personas pueden cultivar la espiritualidad. Sin
embargo, se deben separar las creencias religiosas del desempeño laboral con
los pacientes y respetar el derecho a la libertad de culto.
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