Ensayo
La ancestral Ceremonia de Yemayá:
el Mito de una Diosa Convertida en Leyenda
The ancient Ceremony of Yemayá:
The Myth of a Goddess Turned into Legend
Las Palmas, Esmeraldas,
Ecuador.
La correspondencia
sobre este artículo debe ser dirigida a Manuela Almeida Martínez
Email:
cristina.almeidaz111@gmail.com
Fecha de
recepción: 19 de julio de 2023.
Fecha de aceptación:
27 de septiembre de 2023.
¿Cómo
citar este artículo? (Normas APA): Almeida-
Martínez,
M.C. (2023). La ancestral Ceremonia de Yemayá: el Mito de una Diosa Convertida
en Leyenda.Revista Científica Hallazgos21, 8 (3), 330-338.
http://revistas.pucese.edu.ec/hallazgos21/
Resumen
Esmeraldas es
una tierra llena de huellas ancestrales africanas, marcada por una historia de
esclavitud y de lucha por la libertad. Una gran diáspora de negros y negras que
adoptaron tierras ajenas y extrañas, siendo forzados a olvidar sus nombres, su
religión, su lengua y mucho más. Dentro de los rituales poco conocidos y
entendidos por propios y extraños, se encuentra el ritual a Yemayá, divinidad
afro que se sincretiza con la Virgen de Regla del santoral católico. Con el
objetivo de educar a la población afro de nuestra provincia verde, redacto este
ensayo a modo de relato, porque nuestro pueblo negro no
puede olvidar sus raíces, porque su herencia cultural se niega a morir y ser
desechada en los más lejano del pasado.
Palabras clave: Yemayá; divinidad; ritual;
herencia cultural.
Esmeraldas is a land full of
ancestral African traces, marked by a history of slavery and the struggle for
freedom. A large diaspora of black men and women who adopted alien and strange
lands, being forced to forget their names, their religion, their language and
much more. Among the rituals that are not well-known, and little understood by
locals and strangers, is the ritual to Yemayá, an Afro divinity that is
syncretized with the Virgin of Regla of the Catholic saints. With the aim of
educating the Afro population of our green province, I write this essay as a
story, because our black people cannot forget their roots, because their
cultural heritage refuses to die and be discarded in the most distant past.
Keywords: Yemayá;
divinity; ritual; cultural heritage.
La ancestral
Ceremonia de Yemayá
¿Quién es Yemayá? o ¿Qué es
Yemayá? Esa fue la pregunta que me formulé al instante mismo, en que recibí una
muy inusual invitación. Y cuyo contenido textual se muestra en la Figura 1:
Lo primero
que pensé fue ¡Ah! es otro de los tantos encuentros de música y danza afro de
los que he podido presenciar, típicos de la provincia de Esmeraldas. Pero, lo
cierto es que no lo era. Al contario, se trataba de un encuentro muy ancestral,
muy ceremonial, muy espiritual y particular. Siendo ésta una experiencia que se
podría expresar como casi mágica y casi personal, y, hasta
cierto punto, casi religiosa y solemnemente mítica. ¡He aquí el siguiente ensayo,
narrado como un relato, sobre un ritual poco conocido y poco
entendido por propios y extraños, lejanos de una tradición que reclama
por sobrevivir y no perecer en la oscuridad y la ingratitud del tiempo! Una ceremonia ancestral, dedicado a una diosa
llamada Yemayá.
Una tierra
ancestral
Esmeraldas es
una tierra llena de huellas ancestrales africanas, marcada por una historia de
esclavitud y de lucha por la libertad. Una gran diáspora de negros y negras que
adoptaron tierras ajenas y extrañas, siendo forzados a olvidar sus nombres, su
religión, su lengua y mucho más. Un pasado que duele y cala en lo más profundo
de la historia colonial, pero así mismo, un futuro que en aquella época fueron
forzados a forjar.
Mas el paso
del tiempo, marcado por horas, por años, por siglos, dejaron tanto de aquel
pasado, a veces ingratamente olvidado y otras veces sublimemente recordado. Hoy
somos dueños de una tierra de naturaleza variada: somos negros, somos blancos,
somos mestizos. Tenemos un presente colorido y libre de ataduras físicas y
prohibiciones castrantes, sintiéndonos parte de aquí, pero también parte de
allá; sintiéndonos parte de un presente, pero también parte de un pasado. Y
aquí estamos, recogiendo aquellos pasos, reconstruyendo partes de un legado
ancestral y de una herencia cultural que se niega a morir y ser desechada en
los más lejano del pasado.
La diosa
Yemayá - tan mítica y tan divinidad
Precisamente
es ese pasado, del que tanto hablamos, cuya creencia parte de una religión, de
un pueblo llamado Yoruba y que nace en África
occidental. ¡Y es ahí! en donde encontramos aquella deidad a la que llaman
Yemayá. Entonces ¿Quién es Yemayá? Y la respuesta parte de la siguiente
historia citada a continuación:
La diosa
Yemayá forma parte de las creencias ancestrales de algunos pueblos africanos,
especialmente del pueblo yoruba. La etnia yoruba tiene una serie de mitos sobre
la creación del mundo y las fuerzas de la naturaleza. En ese sentido, los
fenómenos naturales se manifiestan a través de unas deidades u orishas. Una de estas deidades es Yemayá. Esta
divinidad es considerada como la diosa madre y habita en las profundidades del
mar, pues el agua es considerada fuente de la vida. Paralelamente, Yemayá es la
diosa de la sensualidad y la protectora de la maternidad (Navarro, 2018).
Una cita
textual sobre Yemayá dice lo siguiente:
Yemayá representa la fertilidad,
la purificación, la maternidad, el origen de la vida, sintetizada en el agua
salada de los mares. El agua dulce, los ríos, las lagunas y el dinero están
representado en la religión yoruba por Ochún.
Yemayá es la madre de todos los seres vivos, la reina del amor por excelencia,
la dueña de los 7 mares. Cuida también de las aguas para cumplir su pacto con Ochún. Su número es el 7 y se sincretiza con la
Virgen de Regla del santoral católico. Protege a sus hijos (fieles) de todo
tipo de afecciones relacionadas con el vientre que impliquen enfermedad o
muerte a través del agua, la lluvia o la humedad, pero su protección no es
gratuita, por supuesto. Como a toda mujer, a Yemayá le gusta que le regalen
flores; sus hijos deben convocarla con rosas blancas en la orilla del mar y
ofrecerle Ochinchin de Yemayá,
hecho a base de camarones, alcaparras, lechuga, huevos duros, tomate y acelga,
entre otras delicatesen (Romero, 2015, parr. 5).
Es importante
destacar, que el presente en que vivimos es una consecuencia del pasado, y para
entender lo que somos, tenemos que dar un vistazo hacia atrás; en donde miles
de esclavos negros procedentes del África fueron parte de una época colonial
represiva, siendo todos ellos sacados de su tierra de origen, para ser llevados
a tierras ajenas. Se les prohibió usar sus nombres, practicar sus costumbres,
sus ritos y creencias. Es así que, en el silencio de
su realidad, encontraron la manera de adaptar sus creencias al contexto
religioso de la fe católica también impuesta a ellos, creando, por lo tanto, un
sincretismo religioso (fusión y mezcla religiosa), una unificación de creencias
que ha perdurado hasta el día de hoy.
El agua como
un elemento importante en las ceremonias míticas
El agua, tan
bella, majestuosa y transparente, indispensable para la vida, es un elemento
que, sin duda alguna, ha representado una fuente canalizadora de energía y
espiritualidad en los ritos tradicionales, ancestrales y míticos. Es realmente
interesante como el agua representa una parte importante en los ritos
religiosos, tratada como una divinidad en sí misma. El agua como símbolo de
pureza y de vida, asociada a la feminidad, a la magia y a lo divino; es nuestra
segunda protagonista en este gran ritual a una diosa. Pero ¿Cuál es su encanto?
¡He aquí! algunas citas sobre este hermoso y sublime elemento, que es el agua.
Tradicionalmente,
el agua está relacionada con lo femenino, así como el fuego con lo masculino:
El agua es considerada como un
elemento de fertilidad: da la vida, al igual que las mujeres. Es posible que
este vínculo se haya visto reforzado por el hecho de que la mujer da la vida
desde el “agua”, el líquido amniótico del útero. El agua es líquida, variable,
curativa, portadora de vida, rasgos todos ellos tradicionalmente asociados con
lo femenino (UNESCO, 2007).
De hecho, el
agua es un elemento escaso en el universo, si bien se ha descubierto en forma
sólida en ciertos cráteres de la Luna y Marte. Las aguas, aunque en el singular
sean masculinas, comparten pues una feminidad con un planeta que, si fuéramos
estrictos científicamente hablando, igual debería llamarse Agua. Este
paralelismo ya estaba muy presente en la antigüedad, cuando ambas partes, sólida
y líquida, estaban representadas por deidades con nombres de mujer. En las
aguas habitaban ninfas, sirenas y demás seres mitológicos que abundan en viejos
relatos de transmisión oral y posteriormente escrita (Braceras, 2020).
El ritual ancestral de Yemayá
Fui decidida
y agradecida por la invitación a este ritual muy especial, que se llevó a cabo
junto al mar de la hermosa playa “Las Palmas”, en la ciudad de Esmeraldas
(Figura 2). Y puesto que ya me habían anticipado que para la ceremonia era
mejor llevar vestimenta blanca, celeste o turquesa, procedí a desempolvar un
sencillo, bonito y algo sensual vestido blanco de mi closet, cómodo para ir a
la playa y poder ser partícipe del evento, hasta ese momento desconocido para
mí. Al acercarse la hora de salida, el reloj marcaba las 17:40 pm., me
encontraba dispuesta y ya lista, con mi vestido blanco, zapatos de tacos
medianos, color beige y concha de vino; cabello suelto, algo de maquillaje en
los ojos, un poco de labial rojo; y por último un poco de perfume suave de
aroma floral en mi piel. Salí de casa, tomé un taxi e indiqué al señor Chofer
que se dirigiera hasta el balneario “Las Palmas”.
Al llegar al
sitio y reencontrarme con mis amigos y amigas, quienes
fueron llegando de a poco. Esperamos el comienzo del evento juntos, con una
charla amena y recordando viejos tiempos. Y aún seguía sin entender de qué se
trataba. De repente, pude observar que varios bailarines y músicos, conocidos
popularmente como marimberos, fueron llegando vestidos con sus atuendos
tradicionales de danza afro de color blanco. Llegaron hasta cierto punto del
malecón, muy cerca de donde nos encontrábamos; luego comenzaron a tocar sus
instrumentos y danzar practicando sus pasos.
El fondo musical al son de los tambores con la mágica tonalidad del
sonido afro, se impregnaba en todo el ambiente, dejando una suave emoción
mística, étnica y cultural en todo momento.
Y cuando ya
el Sol terminaba de ocultarse, dejando apreciar ese maravilloso espectáculo al
cual llamamos crepúsculo, en donde el cielo y las nubes parecen juntarse con el
mar en la lejanía, aparecía una bella y delicada sombra de colores rojizos y
anaranjado, difuminándose mientras la luz del Sol nos dejaba silenciosamente en
compañía de la noche, dándonos con un solo abrazo la bienvenida a la inmensa
oscuridad, tan bella y tan misteriosa ¡A lo mejor la noche, también se
preparaba para dar comienzo al ritual!.
Entrada a la ceremonia
Daban ya las
18:52 pm. Todos ya impacientes para que comenzara la tan esperada ceremonia. Me
llamó la atención, que sólo veía a un grupo de marimba. No llegaron más, como
esperaba. Tampoco veía ninguna tarima preparada como de costumbre. Eso despertó
más mi curiosidad sobre el evento, porque no sabía cómo sería. De repente,
llegó al lugar el Sr. anfitrión de la ceremonia: era el que faltaba (Figura 3).
Acto seguido, sin más preámbulos, se da comienzo a esta experiencia muy
particular, sobre el “ritual a Yemayá”.
El anfitrión
convoca a todos los invitados, por lo que nos colocamos a su alrededor. Empieza
por darnos una muy cordial bienvenida a la ceremonia, introduciéndonos a lo que
sería algo muy espiritual y solemne, esperando de los invitados el respeto
debido y como si de un secreto se tratara, las demás instrucciones eran entrar
a la playa sin zapatos, debiendo estar descalzos, se prohíbe tomar fotos y
videos de la ceremonia en sí, y por supuesto participar con las mejores vibras
y energía positiva
(Figura 4).
Una vez,
terminada la introducción por el anfitrión, procedimos a quitarnos los zapatos
y caminar descalzos sobre la arena, hasta llegar a unos pocos metros de la
orilla del mar. Luego, el anfitrión procede a marcar con una vara un círculo
sobre la arena, alrededor de todos los presentes, quedando todos dentro de
éste; para luego dar la orden de colocarnos junto al borde del círculo sin
salirse del mismo, por lo que todos quedamos dentro de éste. En el centro del
círculo, se había encendido una enorme fogata que se encargaba de alumbrar todo
nuestro alrededor con su ardiente llamarada, y en donde, se habían depositado
todas las ofrendas llevadas en honor a Yemayá (frutas y flores).
Yemayá, Asesú
- Asesú, Yemayá
El anfitrión
da la pauta, dando inicio con unas palabras a la diosa Yemayá, pidiendo la
purificación de todos los presentes y que recibiera las ofrendas traídas en su
honor, colocadas cerca de la fogata, para recibir de sus dones divinos, el
cumplimiento de los deseos realizados por los invitados hacia su divina deidad,
renovando energías positivas y desechando las malas, para así poder canalizar
toda la prosperidad, la abundancia, la buena cosecha, todo lo bueno y nuevo para
nuestras vidas. Al son de los tambores,
este círculo humano empieza a moverse alrededor de la fogata, al rezo de una
frase que repetimos constantemente, mientras giraba el círculo y que dice así:
“Yemayá – Asesú; Asesú – Yemayá” “Yemayá – Asesú; Asesú – Yemayá”; junto con
palmadas de manos al son del sonido de los tambores.
Acto seguido,
mientras el círculo humano se mueve, una persona sale de éste, hacia el centro
de la fogata y pide un deseo en voz alta a Yemayá; y seguido a esto, todos volvemos a repetir en una sola voz “Yemayá – Asesú; Asesú –
Yemayá”. Luego otra persona hace lo mismo, hasta completar un total de 10
personas y 10 deseos solicitados a Yemayá. Al término de las peticiones, se
continúa girando en círculo, hasta que los danzantes salen del mismo, se
acercan a la fogata y realizan un baile coreográfico de danza afro al son de
los tambores. Cuando termina el baile, el anfitrión procede a pedirnos a cada
uno y en orden, que nos acerquemos a tomar una por una las ofrendas hechas a
Yemayá, hasta que no quedó ninguna.
Final del ritual
a Yemayá
Después de
esto, el círculo se abre por el lado que da hacia el mar; lo que indica un paso
hacia el final del ritual. Ya abierto el círculo de frente al imponente y
majestuoso mar, todos los presentes caminamos hacia éste, momento en el que
todos los que pidieron deseos y los que no, debemos volver a hacerlo
mentalmente, interiormente; dar nuestra petición a Yemayá en ese instante, con
nuestros pies introducidos en las aguas, para que ella los tome y nos dé la
dicha de cumplirlos, en su momento dado. Para culminar y completar la
ceremonia, lanzamos las ofrendas hacia las aguas, ya que son para Yemayá. Y
puesto que Yemayá es la diosa del mar y de la fertilidad, ella habita en las
aguas de aquel inmenso mar.
De esta
manera y dando las 19:15 pm., se dio por concluido a este gran ritual. Una
experiencia nueva y de mucha hermandad. Acto seguido, todos salimos del mar,
nos reunimos en grupo con los conocidos (Figura 5) y con los desconocidos,
hablamos de cultura y de los deseos pedidos a Yemayá, escuchando las
experiencias de otros y de los resultados que se desean logar, de sus
expectativas para el mañana, inspirados en esta ceremonia que de alguna manera
despertó en los presentes su fe, sus energías, sus ganas, o más bien, yo diría,
renovó las esperanzas hacia un futuro mejor.
Conclusión
Debo decir
que esta vez una invitación a un evento cultural, por primera vez, me
sorprendió particularmente; no por ser majestuosa, no por tener grandes
preparaciones escenográficas y no por presentar una variada cantidad de
danzantes y músicos, no. Fue todo lo contrario, me sorprendió la sencillez del
evento, con pocos elementos para su desarrollo. Me sorprendió que simplemente
se tratara de un ritual ancestral a una diosa, una ceremonia que en su esencia
solo exigía de los invitados una gran carga espiritual y un respeto solemne.
Independientemente de la religión que cada uno profesara, la ceremonia estaba
presta a recibir a todos quienes querían participar en ella, pues no se trataba
estrictamente de ser yoruba o no, dado el origen del ritual. El misticismo que
caracterizaba el ritual y el significado divino que se le daba me resultó
acogedor y subliminal; y puedo decir que, en mi apreciación, siendo una
invitada más, el ritual a Yemayá fue una experiencia más allá de la religión y
más allá de la creencia de un pueblo: fue una ceremonia tan conectada con lo
espiritual, con la sanación energética, con la naturaleza, con el porvenir, que
valió la pena el poder participar.
Este ritual,
que a la vez no perdía su esencia mística y ceremonial, nos abría un camino
hacia una visión simbólica, una manera diferente de propiciar un cambio de
vida, de atraer por gracia las buenas nuevas, de recuperar la fe perdida en
tantas cosas, para muchos dejar ir lo malo y quedarse con lo bueno; para otros
enfrentar los retos y crecer con los nuevos, y para otros tantos más, esperar
un mañana en que sus anhelos y sueños sean escuchados y así mismo, gratamente
cumplidos. Y para terminar, como todos
los invitados, yo también hice mi petición personal e íntima a Yemayá; sin
embargo, más que si se cumple o no mi deseo, lo importante fue, el haber
vivenciado esta experiencia de primera mano; de agradecer por la invitación
hecha, por haber compartido un acto tan espiritual y tan sublime como éste, a
un llamado a no perder la fe, a esa
conexión simbólica que se manifiesta con la esperanza, y que ciertamente, se
representa en esta mística práctica ritual dedicada a una diosa, a la que
llaman Yemayá. No me caben dudas de que nuestro pueblo negro no puede olvidar
sus raíces, porque su herencia cultural se niega a morir y ser desechada en los
más lejano del pasado.
Braceras,
S. (2020). Agua, mujer y mitología: diosas y sirenas. El Ágora – diario del
agua. https://www.elagoradiario.com/agora-forum/a-style/cultura/agua-mujer-y-mitologia-deidades-sirenas/
Navarro,
J. (2018). Definición de Yemayá. https://www.definicionabc.com/religion/yemaya.php.
Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
(2007). Agua y visiones del mundo: El agua y la mitología. https://agua.org.mx/biblioteca/agua-y-visiones-del-mundo-el-agua-y-la-mitologia/
Romero,
E. (2015). Agua pa Yemayá. AQUAE
Fundación. https://www.fundacionaquae.org/agua-pa-yemaya/